Desoyendo las advertencias de sus mayores, los fantasmas se encaminaron hacia la casa de la colina. La leyenda aseguraba que aquella vieja mansión, abandonada desde hacía siglos, se encontraba en realidad habitada nada más y nada menos que por niños. Pero ellos, envalentonados, no se tragaban aquel cuento. Al menos hasta que se acercaron a una ventana para escudriñar el interior y el alma se les heló bajo las sábanas.
Una visión diferente y original de una historia de terror. ¿Cómo es posible que en tan pocas palabras se pueda crear tanta magia?. Sinceramente ¡Bravo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios, lector anónimo.
ResponderEliminarEn realidad, este microrrelato forma parte de una minitrilogía que colgaré completa. Espero que los dos relatos restantes también te resulten curiosos.
¡Me alegra mucho saber eso! Espero ansiosamente los otros dos relatos. Debo darte la enhorabuena porque me encanta la forma original e inteligente con la que abordas todos los temas.
ResponderEliminarMe encanta la página web :)) Así a lo mejor me inspiro para escribir yo... [Copié el enlace de la página cuando vimos los relatos] Jaja
ResponderEliminarJajaja. Anda, que ya te vale... Me alegro de que te sirva de inspiración. Gracias, Nuria.
ResponderEliminarHooiiiii maestroo, como te lo tenias callaoo ehhhh! jajajaja, bueno maestro que he leido pocos peros los pocos me an gustado y aver si no quitas tanta tutoriaa jajaja
ResponderEliminarQuerido lector anónimo:
ResponderEliminarPor esa ortografía sospechosa y el contenido de tu comentario, ya me puedo imaginar quién eres (tranquilo, que no pienso dar nombres en público, jaja). Algún día me agradecerás que, en lugar de tutoría, empleemos la clase para repasar de cara al examen.
Espero que sigas disfrutando de estos pequeños textos y nos vemos el jueves en clase.