Fragmentos de algo mucho mayor (II)


La noche se empeñaba en escupirnos verdades pero decidimos ignorarla. Éramos dos críos jugando a ser mayores que se comportan como críos. Recuerdo una pregunta inoportuna y un mordisco certero en alguna parte de mi cuerpo. Recuerdo también la luz de la luna, filtrada por el tamiz del sueño, luz más real que la propia luna dibujando meandros sobre el lienzo de tu vientre.

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