Somos el tiempo que nos queda,
somos el acto en potencia, el verbo
que aún no ha ensuciado el aire.
No tenemos más destino que el trazado
de sol a sol, de cuerpo a cuerpo,
el pulso que se balancea en una cornisa,
las ganas de arañar de un salto el vacío.
Seremos lo que digan de nosotros
o acaso
lo que nos atrevamos a soñar.
Somos, de cualquier modo, una línea
entre un punto y otro, el tiempo que.
Me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.
Tere.
OH!!! Me he quedado con ganas de más. No quería que terminara... Me encanta.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por los comentarios, Tere y Ali Pitufi.
ResponderEliminarBesos.