Tu hábitat natural es la
oscuridad,
pequeña y furiosa bestia
nocturna
que acechas entre las sombras.
Mantienes el silencio y la
respiración,
midiendo cada movimiento,
sabiéndote el más astuto
cazador.
Y es tu presa la más desvalida,
la que te observa a distancia
y te reclama con sus ojos tristes.
¡Pobre animal ya derrotado!
Lo atacarás con desgana y sin
piedad,
lo harás tuyo con la costumbre
que te impone tu instinto,
tu naturaleza salvaje.
que te impone tu instinto,
tu naturaleza salvaje.
Cuando abandones la jungla
arrastrarás entre tus fauces
el poso del bourbon y otro más amargo,
el inconfundible sabor de tu
víctima.
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